En Junio del 36 la opción política no fue el comunismo sino la segunda república. Las riendas del gobierno habían pasado de un gobierno conservador, la coalición conservadora del CEDA en la que los fascistas de Falange eran minoría a otra coalición de centro izquierda, el Frente Popular en el que los comunistas representaban menos de un octavo del total. La opción no fue entre el comunismo y el fascismo sino entre una izquierda parlamentaria, Azaña y una derecha constitucional, Gil Robles. La sublevación no fue la primera, su jefe, el general Sanjurjo vivía en exilio en Portugal luego del fracaso de una intentona años atrás. Sanjurjo moría dos días después del golpe en un accidente al decolar rumbo a España. El cerebro del golpe no fue Franco sino el general Emilio Mola quien organizó el golpe, aseguró la participación de los Carlistas y los jefes militares y que un año después también moriría en otro accidente aéreo. España en el 18 de Julio de 1936 se despertó ante la opción de apoyar al gobierno legalmente instituído, la segunda república y un grupo de militares rebeldes apoyadoa por la extrema derecha religiosa Carlista, el fascismo de la Falange de José Antonio y un grupo mayoritario del ejercito organizado por Emilio Mola y en el que Sanjurjo debía ser el líder. Franco, indeciso hasta el final, volaba en el Dragon Rapide, un avión contratado por el millonario Juan March en Londres, de Las Palmas de la Gran Canaria al Marruecos Español.
Una vez fracasado el golpe militar en la mayor parte de España el único camino era la guerra civil. La República fracasaba en los campos de batalla ante la profesionalidad del ejercito, la fiereza de la Legión de Yague y los moros de Franco, el apoyo logístico y aereo de los alemanes y las tropas italianas de Ciano. Ante la debacle militar los socialistas de Indalecio Prieto empezaron a ceder el poder político a la minoría comunista apoyada por los asesores soviéticos de Stalin y los voluntarios internacionales, mayormente comunistas. Ya para el segundo año de la guerra los comunistas, con una fuerza minoritaria pero disciplinada, habían tomado el liderazgo del ejercito republicano y eliminado salvajemente a los anarquistas. Fueron entonces las circunstanstancias impuestas por los rebeldes los que empujaron a los socialistas y moderados a cederle el poder a los comunistas.
Una situación similar sucedió el 23 de Febrero de 1981 con el intento de golpe del general Jaime Milans del Bosh pero en esta ocasión el resto del ejercito no se plegó y el Rey no apoyó a los golpistas. En ese caso la excusa era la misma, el fantasma del comunismo, el caos y ETA.
Una vez más y respondiendo a mi amigo y compañero de Blog, en 1936 la opción histórica fue escoger entre el gobierno constitucional republicano bajo la presidencia de Manuel Azaña, un republicano o rebelarse apoyando el ejercito del África de Franco, la ultraderecha católica Carlista y los fascistas de Falange.
Me siento como una pecadora tratando de caminar en tierra sagrada al lanzarme a dar mi opinión en este blog por que soy conciente de que carezco de la cultura y del vasto conocimiento histórico que evidentemente Uds si poseen y tampoco tengo a la mano un libro de historia que me haría el gran favor de dejarme "bien parada" en este blog. Pero ser reverente no es una de mis virtudes así que ahí va mi opinión: entiendo que hay una discrepancia de opiniones sobre que partido habrían tomado de haber vivido en España durante la guerra civil. Mi opinión es muy simple : en la vida a veces nos vemos obligados a escoger entre 2 males, la respuesta es evidente : hay que escoger el mal menor, en este caso en particular yo me inclinaría por Franco, a pesar del desprecio que siento por los fascistas y el clero por igual, pero mi rechazo, repulsión y temor al comunismo es mayor que el cualquier sentimiento de aversión hacia Franco y compañia, por lo tanto lo escojería a él como el mal menor. En esto coincido con mi brillante primo Ignacio, ojo que en otras cosas discrepamos bastante, en cuanto a Alberto a quien no tengo el gusto de conocer personalmente lo percibo como un magnífico soñador(mención aparte de su manifiesta cultura y destreza en el lenguaje)
ResponderEliminarAlberto nos explica como las circunstancias condujeron a los socialistas moderados a ceder el puesto a los comunistas, este solo acto resulta de lo más hedióndo y repúlsivo ¡Con que facilidad se entregaron al mounstruo comunista ! ¿O es que su rechazo al comunismo era muy inferior al que sentían por el fascismo? ¡Entonces ellos eligieron mal al elegir el mal mayor....! Que hubo algunos equivocados bien intencionados entre los socialistas moderados ¿Quien sabe? pero la realidad es que el destino o los acontecimientos los llevaron a lamerle las botasa a Stalin.... y es aquí donde Alberto tiene que decidir: no en la nostalgia de lo que hubiera podido ser, si no en lo que realmente habría sucedido si ganaban los Repúblicanos llegada esta situación...¿Seguiría rasgandose las vestiduras y apostando por los repúblicanos?
El soñar no cuesta nada pero "los sueños, sueños son" El mundo real es otra cosa.
Finalmente concuerdo con mi primito Ignacio, nunca me simpatizó Franco y menos la ultraderecha católica, pero si debo escoger entre Franco y Stalin diría: ¡Viva Franco.... carajo...!
Norela