Sálvese quien pueda

Tobi y los chicos malos del oeste



viernes, 6 de agosto de 2010

La respuesta a Alberto

Ya sabemos de las intransigencias del Islam y su diferencia con las otras religiones. Pero nadie tiene derecho a rescatar a otro mientras no sea invitado y aún así con mucho cuidado. Es el mismo pueblo afgano o egipcio el que tiene que optar por sus cambios, revelarse contra sus autoridades, etc.
A mi me parece muy bien que en Europa occidental se prohíban las ablaciones, pero solo a menores de edad; porque si una mujer adulta quiere hacerlo esta en su derecho. O que el rostro descubierto, sin burka, sea necesario en tiempos de inseguridad terrorista, pero lo de prohibir el pañuelo por los franceses, es una necedad. Admiro el valor contestatario de Aisha , como la eficiente y rocambolesca acción que la asociación Woman for Afghan Woman despliega para rescatarla y ayudarla en su reconstrucción; ojala eso se hiciera sin tener que derramar mas sangre. Creo firmemente que esto último es posible si en lugar de poner balas ponemos neuronas.
La barbarie talibán , que ya mutilaba a mujeres y  hombres desde sus inicios o cuando el ejercito invasor era el soviético, nunca le importó al Times como para darle una portada.  Entonces eran sus aliados. Ahora se usa de pretexto para justificar su interesada intromisión redentora, justo cuando al resto del mundo se le acaba la paciencia. Aisha solo sirve a su coartada humanitaria.

Que la ciudad de Nueva York necesite o no una mezquita no lo decidimos ni tu ni yo, sino ese suculento meltig pot que la conforma así como los principios mas luminosos de su constitución.

Suponiendo que nos pongamos de acuerdo en la palabra evolución es claro que, en el apretado mundo de las ideas religiosas, los principios no cambian a riesgo de perder estas su nombre. Pero los dioses y los hombres si evolucionamos, como lo demuestra el Dios de la Biblia y el Nuevo Testamento o los descendientes de los cruzados (Con excepción de los que ya sabemos). Y los musulmanes de las Mil y una Noches no tienen nada que ver con la mayoría de hoy, aunque esto podría ser una involución, o un giro en 180 grados al estilo de tu amigo italiano.

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